lunes, 8 de abril de 2013

                El cuadrado C estaba triste y preocupado.

Veía al círculo que se movía de un lado al otro
 y a él se le hacía difícil moverse.
Los niños jugaban con el círculo, porque podía girar.
Los círculos eran partes de una bicicleta, 
De un carro.
Hasta el sol era circular. No había sol, ni luna cuadrada.
Pensaba que con una pequeña fuerza, el círculo podía correr.
El cuadrado no se movía tan fácilmente.
Se dio cuenta que él no era el único. También estaba: el triángulo,
 el trapecio, el paralelogramo, el rectángulo, el rombo y otros más.
 A todos les costaba moverse de un lado al otro.
El cuadrado no estaba conforme y un día tuvo una gran idea.
Se quitó un triángulo de cada esquina
Se convirtió en otra figura llamada octágono.
 Todavía no podía desplazarse como él quería.
Nuevamente se quitó un triángulo ahora más pequeño
 y se volvió un polígono de 16 lados.
 Al mirarse se dio cuenta que si seguía recortando
 triángulos se parecería más al círculo.
Y así continuó recortando triángulos...
Hizo muchísimos cortes en las esquinitas
 y se pareció bastante al círculo.
Al fin, con un pequeño empujón pudo rodar
 y estar en los juegos de los niños y
 ser redondo como el sol.

FIN
Editado por: Profesora Cruz Amelia Pérez
Fecha: Febrero 2006


reflexión:
aunque seamos diferentes a algo que queríamos ser no debemos
deprimirnos por eso, porque es algo normal de la vida; los
flacos quieren ser gordos y los gordos flacos, los negros blancos 
y los blancos negros, estos son ejemplos claros, pero esto no
es mas que solo motivación de seguir adelante para que nos reconozcan
 por lo que somos.



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