Lo que a veces parace ser fracaso, en ocasiones resulta ser brillante. No basta con juzgar y señalar las falencias que pueda presentar un pequeño en su proceso académico, es preciso identificar aquellos aspectos que están afectando de manera negativa pero el proceso formativo no puede quedarse allí; por el contrario, se deben buscar, evaluar y aplicar las propuestas mejor dilucidadas para cada caso.
Si las letras se confunden y los números no generan cuentas perfectas, algo puede suceder detras de ello, más allá de la aparente torpeza del niño, tal vez existan razones de fondo, patológicas o psicológicas que puedan estar generando dichas alteraciones. Por otra parte, es necesario explorar los diversos campos en los que el educando pueda ser protaginista, quizas el arte, un deporte, la música, el teatro ... En Colombia suele enmarcarse la educación en las áreas academicas de tradición, y dados los resultados en ellas, así mismo se categoriza el estudiante; es hora entonces de motivar y trabajar por el desarrollo integral y multifacetico de nuestros estudiantes.
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